La publicidad y la propaganda refieren al lanzamiento de cierto tipo de mensaje que permiten orientar de cierta forma determinada la conducta de los usuarios. Por lo general la mayoría de la publicidad y propaganda que vemos hoy en día tiene como principal objetivo vender productos o servicios, sin embargo existen algunas excepciones a esto. Una de estas excepciones es la propaganda política y la publicidad institucional. La propaganda política por lo general trata de lograr la difusión o adherencia de los ciudadanos a algún partido u organización política. Este realmente es un fin muy complicado, por eso las inversiones que se suelen realizar en propaganda política son realmente grandes y conllevan muchísimo esfuerzo tanto de diseño de la publicidad como de logística en la difusión de la misma. En el caso de publicidad institucional, aquí estamos hablando del Estado tratando de fomentar una acción civil responsable entre sus ciudadanos en diferentes áreas como pueden ser salud, educación, integración social, etc. Lo que vemos más comúnmente en este tipo de publicidad y propaganda son las típicas campañas para dejar de fumar, contra las drogas, con el fin de mejorar la prudencia al volante, etc.
Por lo general cuando el estado nacional se encuentra al frente de campañas grandes, estas suelen tener difusión en todo el territorio nacional, lo cual significa un gasto público realmente grande. En estos casos se recurre a todos los medios para realizar publicidad institucional: gráfica, radio, tv e incluso internet a través de las redes sociales. Aunque el gasto público en este tipo de campaña sea realmente alto, esto se encuentra socialmente aceptado debido a que se considera que la publicidad y propaganda institucional tiene el objetivo de mejorar la calidad de vida de la población y la convivencia ciudadana.
Dejando a un lado las dos opciones comentadas anteriormente volvemos ahora a la publicidad y la propaganda comercial. Hoy en día esta ha alcanza niveles monumentales alrededor del mundo. Un ejemplo de esto nos los da la televisión, donde muchas veces las pausas comerciales duran más que los programas en sí. Hasta hace un tiempo la televisión por cable era un espacio donde las publicidades eran reducidas y uno podía disfrutar de sus programas favoritos, sin embargo hoy en día esto no es para nada así: la publicidad y propaganda ya no invade en forma parcial sino que está presente en cada rincón.