Nuestra capacidad de memoria, nuestros sentimientos, no solamente están formados por todos los contenidos que almacenamos en forma conciente, sino que también de todos los contenidos almacenados en forma inconsciente. En publicidad subliminal, se utilizan estímulos ya sean visuales, auditivos, olfativos, o de cualquier otra naturaleza perceptiva.
Son estos emitidos en baja intensidad, soslayadamente, en forma semioculta, y si nos preguntamos para qué, la respuesta es porque surten efectos que en mayor o en menor medida que son captados a nivel inconsciente y almacenados en nuestra mente más profunda, en base a emociones que nos desencadenarán recuerdos junto con otros que sí se han adquirido en forma conciente. Entonces, de todo lo anterior se desprende que toda publicidad subliminal, es un mensaje audiovisual, compuesto por imágenes y sonidos que se emiten por debajo de la percepción conciente y que el único objetivo es incitar al consumo del producto.
En las imágenes en movimiento, los seres humanos no somos capaces de percibir de manera conciente cada una de las imágenes que se proyectan, pero el cerebro sí lo es, de forma que el mensaje recibido, se implanta de manera subconsciente, con lo cual este tipo de imágenes influyen en la voluntad del individuo para realizar una determinada actividad por ejemplo para consumir un producto, una determinada marca. La publicidad subliminal, presenta mensajes que provocan reacciones no racionales, realmente puede convertir un producto en un fenómeno desligado de sus presentaciones directas. En el mensaje publicitario se incluye todo tipo de estímulos sensoriales, que pueden estos producir estimulación o rechazo.
Se puede clasificar a las percepciones, según la manera en la que aparecen representadas, por ejemplo, percepciones concientes y percepciones inconcientes. En las percepciones concientes, el mensaje se ajusta a elementos que son percibidos conscientemente, en él cualquier tipo de estímulo se reconoce con claridad, por lo que el público que lo recibe puede elaborar un juicio de acuerdo con su esquema de valores y con plena comprensión de lo que se le expone. En las percepciones inconscientes, incluyen estímulos que no son recibidos a primera vista, consiguiendo generar en el individuo una respuesta que no interviene al mismo nivel que cuando sí es conciente de ellos. Podemos afirmar que la publicidad subliminal se puede dividir en dos tipos, la emisión de un estímulo durante un tiempo muy breve, o una intensidad muy baja.