A veces no se necesitan grandes efectos en publicidad o manipulaciones asombrosas, ni tampoco composiciones fotográficas espectaculares, para lograr crear un anuncio o cartel publicitario que capte la atención del público. Una buena idea puede convertirse en excelente, en conjunto con una imagen simple gracias a la creatividad. Antes de comenzar a hablar del tema de la publicidad minimalista, tendremos que saber a qué se refiere el término minimalista. El minimalismo, se entiende como todo aquello que utiliza lo esencial. Es prescindir de algún modo, de todo lo que sobra, y en publicidad el minimalismo solamente se utiliza cuando la idea es suficientemente comunicativa, como para prescindir de todo lo demás, y en el fondo es lo ideal para nuestras mentes. Para poder hablar de publicidad minimalista, tenemos que ver las nuevas tendencias que usan las marcas en todo el mundo, en un concepto romántico, esta nueva corriente muestra el alma de la publicidad, despojada de ciertos elementos sobrantes y se desnuda al público.
El minimalismo en la publicidad, no elimina el texto, todo lo contrario, suele decir más con menos palabras, siendo muy minucioso al utilizar los colores las formas, y todos los elementos del mensaje. Los estudios en publicidad, demuestran que la publicidad gráfica, para los hombres, tiene que ser complementado con textos informativos que fortalezcan de algún modo el mensaje, mientras que para las mujeres, la publicidad gráfica, debe valorar más la estética de un arte, y que a los niños, les atraen más los gráficos de alto impacto, con bordes y colores sólidos porque los colores para los niños, juegan un papel fundamental con la imaginación. En la década del sesenta, en plena revolución creativa, es donde se dieron los primeros referentes en la publicidad minimalista, la apariencia de esta era minimalista y de baja densidad, los textos eran simples y tenían unos toques de humor.
Estos creativos lograron ver las necesidades que la sociedad de esa época tenía, es decir que esta estaba cansada de lo recargado, ornamentado, y supieron ver en la simplicidad de los mensajes una solución y una manera de captar la atención sin tanto ornamento. Entonces es en esta época en donde se puede ver, en las portadas de las revistas, en los carteles, en la televisión los primeros esbozos de la publicidad minimalista de la historia. Las características más importantes del estilo minimalista en la publicidad son: La abstracción total, es decir que la publicidad opera solamente en términos del color, superficie y formato, economía en el lenguaje, uso literal de los materiales, austeridad, en lo que respecta al uso de ornamentos, orden, geometría elemental, precisión en los acabados, concentración, superficies enfáticas monocromáticas.