El marketing editorial es un proceso social y administrativo en manos de grupos y personas que consiguen lo que precisan y anhelan a través de la instauración, compromiso y permuta de productos de valores con otros. Esta definición de marketing editorial se respalda en los conceptos fundamentales subsiguientes: insuficiencias, aspiraciones y solicitudes, beneficios, valor, importe y deleite, canje, transacciones y especialistas en mercantilización. El marketing editorial, se centraliza sobre todo en analizar los deleites de los interesados, procura instaurar sus miserias y sus aspiraciones e influir su comportamiento para que anhelen obtener los bienes ya evidentes, de forma que se desenvuelven diferentas técnicas orientadas a convencer a los interesados para que obtengan un establecido producto. La actividad del marketing editorial, circunscribe la planificación, como así también la organización, sin dejar aun lado la dirección y control en la toma de decisiones acerca de las líneas de beneficios, los importes, la promoción y los servicios comercialización. En estos contextos el marketing resulta indispensable; en otras, como es el perfeccionamiento de las innovadoras líneas de provechos, rescata una función de sugerencia. Al mismo tiempo, se haya comprometido desde el punto de vista de la distribución física de los beneficios, constituye los canales de comercialización a monopolizar e inspecciona el transporte de los bienes que proceden desde la fábrica inclusive el almacén, y de ahí, al punto de comercialización final. Creemos que el marketing editorial es una mayor destreza en la mercantilización de las compañías.
El marketing editorial logra crear una expulsión más dinámica hacia una nueva época de alto desarrollo económico y glorificar los niveles de vida. Discurrimos que ésta es un veredicto sobresaliente e intuitivo de la tarea del marketing. El marketing editorial, en cuanto al comportamiento del consumidor expone que desde el momento en que todas las acciones financieras ingresaron en la filosofía de la Comercialización, es decir, en aquel concepto de los ejercicios que sitúa en primer plano, como exigencia primordial para tener éxito, la complacencia de las necesidades del interesado, para todos los individuos de Marketing: estudiosos de mercados, proyectistas industriales, regentes de compañías, especialistas industriales, contadores y financiero, mercadólogos, publicista, mayoristas y restante profesionales que auxilian en todos los semblantes de la diligencia productiva, alcanzó a ser de incipiente categoría percibir a cabalidad los elásticos internos que agitan la forma de aguantarse de la persona hacia la que se rigen todos los energías de Comercialización: el consumidor.