Lejos de la deliberación, es bueno manipular publicaciones y testimonios políticos. Porque en ese período quienes están resolviendo su voto son votantes instruidos y buenos lectores. Muchos de quienes son preparados para ser llamados dirigentes de opinión. En el medio tiempo es bueno explotar la radio y hacer proposiciones específicas y interesantes, para aquellos que resuelven por quien votar concertando los ofrecimientos que hace cada uno. Cuando quedamos próximos de la elección, cuenta la conmoción que forja la campaña y el individuo del aspirante. Quienes no se afectan por la política no resuelven por sugestión política. Ésta es la hora de los recados más simples, del perfil, de la pantalla chica, de los discernimientos, de la atracción, de la emoción de conseguir que forje el candidato. ¿En qué se basa el marketing político?. Este tipo de publicidad basa buena parte de su energía en un discernimiento hondo de la naturaleza y el trabajo de los medios de propagación.
Cómo hacer un método de medios para una operación electoral, cómo enseñar a un aspirante a redimirse del mejor modo delante de una cámara de televisión o en un escenario de debate, cómo imprimir y presentar las mas sobresalientes imágenes para concebir un discernimiento positivo de nuestro aspirante entre los otros aspirantes. Todos estos dinamismos remiten a la labor de los consultantes, quienes se ocupan con el discernimiento almacenado por el marketing político en exploraciones científicas y en la práctica de miles de operaciones exitosas.
El marketing político es un método concentrado en la estrategia. Como tal, imputa una calidad concluyente al conocimiento hondo de la razón con la cual se maniobran los tiempos de realización de los adjuntos de una campaña. En una operación electoral, la disposición de los agentes altera de un modo catastrófico el beneficio. En estas casos hacer las buenas cosas es tan significativo como hacer las cosas de modo perfecto. Al mismo tiempo, es necesario forjarlas, día por día, en su completo y estricto momento. Saber cuándo y porqué se emprende una operación o precampaña. Cómo se consiguen las consecuencias de impacto, de persuasión y de poder, el marketing político es la réplica profesional a las interrogaciones complicadas que diseña toda cruzada. Estas contestaciones hacen la discrepancia entre planes que se emplean y cambian la expresión de las naciones, o pruebas malogradas y breves que se esfuman entre una elección y la siguiente.