Internet se ha desarrollado de tal forma que llegó a sobrepasar cualquier límite imaginable; este medio de comunicación que empezó siendo para adinerados, terminó por convertirse en el instrumento favorito de la mayor parte de los individuos, en especial los adolescentes. Esto se debió a la cantidad de avances que produjo en varios campos, en especial en el de la comunicación. A través de este espacio virtual podemos mandar mensajes vía mail en cuestiones de segundos, y a su vez adjuntar archivos de todo tipo; también tenemos la facilidad de ordenar comida, hacer las compras o alquilar una película sin movernos de nuestra casa; una solución casi mágica.
Pero hubo un factor fundamental que hizo que Internet se volviera más atractiva de lo que realmente es, el acceso a los medios masivos de comunicación de forma gratuita; actualmente contamos con la posibilidad de ver televisión por Internet, de escuchar música, de sintonizar nuestra radio preferida, no importa en qué parte del mundo estemos; todo esto gratis. La televisión se ha masificado gracias a este rincón virtual; antes debíamos adecuarnos a lo que nuestra señal de cable o canal de aire emitía; hoy podemos ver un programa en vivo y en directo de cualquier país que elijamos, algo que antes era inimaginado.
De todas maneras, este sistema que a nosotros nos llega purificado, se desarrolla siguiendo distintas reglas; la televisión por Internet se basa en protocolos de Internet, es decir, en codificaciones determinadas de pasaje de informacion; de esta forma el mercado virtual amplia la cartera de productos de diversas empresas expandiendo, a su vez, sus fuentes de ingreso. La televisión por Internet promete maximizar el uso de la infraestructura que los las telefonías disponen y así lograr más avances en este campo. Involucramos la telefonía aquí porque, luego de las computadoras, es el único dispositivo capaz de albergar Internet; hoy los teléfonos móviles nos permiten revisar nuestro correo, navegar por diversas páginas y hasta descargar programas de televisión.