Como la seguridad en Internet no está plenamente garantizada no es ilógico que algunos consumidores se tornen reacios a comprar utilizando este medio, o en su defecto estudien cuidadosamente las posibilidades que el sitio les brinda para poder abonar el producto. Para realizar transacciones en la web existen dos requerimientos; en el caso de las operaciones que se efectúan entre un proveedor y un consumidor final la tarjeta de crédito es lo más recomendado, no sólo por su facilidad de uso; si nuestro proveedor trabaja ya desde hace varios años con nosotros es casi imposible que surjan inconvenientes si apuntamos el número de nuestra tarjeta en su sitio web. Además, debemos señalar que los riesgos son menores de los que piensa el consumidor promedio, las falencias de esta alternativa se encuentra en la forma que los consumidores la utilizan y no tanto en el riesgo en sí.
Otra de las alternativas para establecer una mayor seguridad en Internet y para que una compra on line no sea una acción desconfiada es el uso de las conocidas “billeteras electrónicas”. Éstas nos permiten a través de un dispositivo que se insertará en la disketera de la pc, efectuar los pagos con los programas que éste posee (tarjetas inteligentes de pago).
En el caso de las transacciones NAN, la Internet afianza las relaciones que fueron establecidas previamente en el mundo físico; es decir, se utilizarán los medios de pago que hoy en día son empleados sin tener que recurrir a la red. Si las relaciones comerciales son nuevas, los negocios NAN para mantener una política de seguridad en Internet, utilizarán un sistema financiero de intermediario. Para que un sistema de información se considere seguro debe proteger tanto la interceptación de los datos que viajan a través del sistema como el acceso a información confidencial. Internet es un medio complejo, y como están hechas sus reglas están aquellos que deciden buscar la forma de romperlas, los cuales poseen conocimientos especiales. Y aunque estemos rodeados de estos hackers especializados también existen sistemas ineficientes, que por su apuro en aparecer en el mercado presentan huecos o fallas haciendose mucho más vulnerable a cualquier programa.