Aunque nuestro proyecto se encuentre plagado de fases, cada una de ellas tiene un orden que no puede, bajo ninguna circunstancia, ser alterado. Lo primero que debemos hacer en nuestro proyecto empresarial es generar una idea, la que vamos a comercializar, esta idea no puede ser cualquiera, debe buscar actividades con algún futuro económico, beneficioso y rentable. Esta idea puede involucrar a la venta de un producto, materia prima o servicio; en el caso de que nuestro proyecto empresarial involucre a más de una persona, debemos presentar las ideas a nuestros socios para obtener diversas opiniones o la esperada aceptación
Una vez establecido a qué nos vamos a dedicar, debemos realizar una tarea muy importante que se encuentra en todos los proyectos de empresas, nos referimos al estudio de la competencia. Necesitamos llevar a adelante un estudio de mercado, que nos informa qué es lo que es lo que la gente compra a nuestra competencia: calidad, marca, precio, etc. A su vez, buscar un punto débil o innovar dentro del rubro.
Dentro de las claves de un proyecto empresarial rentable los estudios de mercado son cruciales, porque mediante éstos no sólo seguiremos los pasos de la competencia buscando perfeccionarnos, sino también contaremos con una amplia y justa idea de lo que la gente necesita o pretende de nuestro producto. Estos datos nos ayudarán a mejorar el bien que estamos comercializando, pero también a plantear las políticas de marketing que llevaremos a cabo; éstas últimas, si son eficientes nos harán ganar mucho más dinero del que estimamos. Las políticas de marketing, dentro de un proyecto empresarial, es la fase publicitaria más importante, a través de ella nuestro producto podrá expandirse a los ojos de la mayor parte de la sociedad. Si no entendemos las reglas del marketing, se aconseja contratar a expertos que nos orienten o que organicen nuestras campañas de productos.
Pero para poder producir y vender necesitamos dinero, capital y recursos de financiación; todo proyecto empresarial señala que debemos fijar estos tres recursos en primer lugar; en caso de no contar con dinero suficiente para hacer funcionar la empresa, lo que más se aconseja es conseguir fuentes de financiación externas: bancos, proveedores, etc. Un vez que el tema dinero esté solucionado debemos fijarnos en el proceso productivo: cuántas unidades de lo que venderemos se producirán por semana (esto se decidirán mediante los resultados del los estudios de mercado), cómo se llevará a cabo su producción y distribución, etc. Cuando planeemos un proyecto empresarial debemos tener en cuenta todos estos factores, de lo contrario no obtendremos los resultados esperados, y muchas veces no deseados