A continuación haremos hincapié en la seguridad y vulnerabilidad de la web 2.0. Aunque esta nueva tecnología nos brinde miles de ventajas con respecto a actualizaciones e interacción de los consumidores de Internet, la web 2.0 sigue siendo un poco resistida por varios individuos, y esto se debe a las dudas que se crean en torno a la seguridad de datos. Las herramientas de ofimática de dicha red pueden manejarse sencillamente conectándonos a Internet, haciendo que la computadora sea el único acceso. Como consecuencia, todos los documentos o archivos se guardan en el servidor de la empresa, que es el mismo que nos ofrece dichas herramientas junto con la posibilidad de almacenar la información. Esto hace presuponer que la compañía guarda ciertas copias de nuestros archivos poniendo en riesgo la intimidad del usuario.
La web 2.0 plantea en gran forma la atribución que se otorgan las empresas para manejar ciertos datos según sus propios intereses y esto hace que se genere un verdadero peligro cuando hablamos de privacidad. Esta web consigue la información en el mismo momento en que el internauta la registrar en su dirección de correo; y es allí donde corremos el riesgo de estar expuestos. Este ejemplo lo vemos de forma notoria con Gmail, el correo de Google, el cual rastrea los contenidos de los mensajes, introduciéndose en los correos de cada usuario, para luego mostrar anuncios publicitarios relacionados con lo que allí está escrito. Aunque este formato de navegación ha llegado para quedarse y nos ofrece un mundo nuevo de interactividad entre los consumidores, es necesario plantear algunas políticas de protección de datos para considerar a esta web 2.0 un sitio seguro. Este término se ha puesto de moda dándole peso a una tendencia que ha evolucionado muy rápidamente; hoy son los blogs mañana seguramente éstos pasarán a la historia reemplazados por aplicaciones muy superiores.