El marketing social y marcas de productos más allegados a lo humano suelen tener más relación que aquellas marcas más abstractas. Por ejemplo, no será el mismo el involucramiento en marketing social que tendrá una marca de ropa que el que tendrá una marca de repuestos para auto. Por eso marcamos como un factor determinante lo allegado o lo distanciado de lo humano a la hora de hablar del marketing social y las marcas. Más allá de involucrarse en esfuerzos por cambiar la calidad de vida de las personas, las marcas que hacen marketing social se aseguran de esta manera un gran tiempo de exposición en diferentes eventos, comerciales, etc. Cualquiera que sepa un poco de marketing sabrá que los clientes no recuerdan las empresas de un día para el otro y sin razones, sino que por lo general necesitan estar completamente expuestos a las mismas y sus productos.
Aquí el marketing social es una buena opción de la empresa para mostrarse pero sin agobiar al público. ¿Qué queremos decir con esto? Que con el propósito, sea cual fuese, del marketing social, la empresa podrá mostrarse, pero no de manera de acosar al público. Aquí la marca estará presente todo el tiempo, pero de manera, casi podríamos decir, subliminal. Mientras explícitamente se está haciendo experiencia a otro tema, la marca se encuentra ahí y el público registrándola a un nivel más preconciente de lo que lo haría si se hiciera una publicidad explícita.
Más allá de esto, la relación entre el marketing social y las marcas se da en el siguiente sentido: la imagen de la marca quedará condicionada por el éxito de la campaña de marketing social. Si los resultados de la misma son buenos, esto será también bueno para la marca, sin embargo si los mismos no son tan satisfactorios como se esperaba, la imagen de la empresa se puede llegar a ver afectada.