Por lo general apelar a seducir al cliente es una de las estrategias clásicas de marketing, sin embargo cuando hablamos de innovación, algunos llevan al extremo la seducción pasando de crear una gráfica artística a una desubicada. Cuando los primeros sistemas digitalizados empezaron a aparecer con el fin de diseñar nuevas publicidades, la mezcla de colores funcionó como una de las grandes estrategias de marketing e innovación. Contraste, combinación de colores brillantes, cualquier cosa que llamara la atención era considerado aceptable, artístico y muchas veces innovador. Sin embargo cuando hoy salimos a la calle el color ya no es nada novedoso.
Está en todos lados, las marquesinas lo combinan en todas sus formas, por eso esta moda ya no tiene hoy tanta efectividad al generar impacto. Anteriormente planteábamos un retorno a las ideas sencillas. Aquí también podemos plantear su correlativo a nivel estético. Apuntar a publicidades con una estética conservada, que se destaquen por su sencillez y sus efectos más que por su gran despliegue de color y superposición de efectos. Lógicamente que esta es una de las vertientes que el marketing y la innovacion toman ante la saturación de la publicidad de hoy en día, sin embargo no es la única. Aunque el mercado se encuentra realmente cargado cada tanto surge alguien con alguna idea original que nos da la posibilidad de deleitarnos ante lo nuevo. La frecuencia de la innovación en marketing está a la vista. ¿Cada cuanto nos impacta una campaña publicitaria o una forma especifica de transmitir un mensaje?
Esta será la asiduidad con la que nuevas ideas surjan. Crear e innovar significa construir de la nada, lo cual hoy en día es bastante difícil debido a la gran cantidad de estímulos. El desafío en relación al marketing e innovación es poder recibir los estímulos y no reproducirlos en nueva publicidad, sino poder crear algo nuevo a partir de las ideas y sugerencias que podemos tomar de los diferentes medios. Por lo general ésta resulta una tarea bastante difícil que solo algunos, y cada tanto, logran cumplir. Como inquietud habría que plantear hasta que punto las nuevas tecnologías favorecen el desarrollo del marketing e innovación y en qué punto la obturan. Esta será una cuestión de debate que lógicamente da para mucho más que para un solo artículo.
