El arte y publicidad, en la actualidad se complementan, es decir que se apoyan una sobre la otra, aunque sean diferentes trabajan para conseguir de que en su unión desemboque en un aspecto fundamental para ambas, la creatividad. Desde los principios de su historia, el arte, ha sido considerado por toda la sociedad como sinónimo de creatividad, ingenio y destreza. Desde épocas anteriores al Renacimiento hasta los tiempos en los que nació la cámara fotográfica, el arte ha querido representar la realidad, de la forma más fiel posible, pero aunque no se mostrara una creatividad considerable, se contemplaba como mérito a la capacidad del artista al traducir en un lienzo lo que su ojo veía. No solo el arte se ha convertido en creatividad, sino que la publicidad, también puede estar formada por la imagen, y la imagen es la materia prima del arte, entonces el arte y la publicidad, tienen orígenes similares.
El objetivo que tiene el arte y publicidad es la impactar, atraer al receptor aunque sus fines sean diferentes, ya que el arte por su parte desea ser admirado y la publicidad busca que su producto sea requerido y admirado por el público. Una afirmación que les calza justo es que el arte y la publicidad son amigos. Dadas las semejanzas que tienen estas dos disciplinas no es raro que trabajen juntas en muchas ocasiones, llevándose los mismos méritos cada una. ¿Qué sería el arte sin la publicidad y la publicidad sin el arte?, al tratar de responder estas cuestiones, tendremos que saber qué es lo que entendemos por arte. Si buscamos en el diccionario, en él encontraremos la definición justa, el arte es la virtud, habilidad y destreza de hacer bien una cosa. Pero no nos quedaremos con eso solamente el arte es belleza, es interpretar la realidad, relacionar la naturaleza, y dar expresión visual a sus conceptos. Y si buscamos definir publicidad en el diccionario nos encontraremos que es el arte de vender un producto. De este modo acá vemos que el arte y publicidad caminan por sendas diferentes, pero se encuentran en un punto. Se ha llegado a debatir quién es el que crea una idea que se transmite, por ejemplo, en algunos diseños de publicidad impresa se han definido como obra maestra de un artista, de un genio con imaginación metido en el mundo de la publicidad, otros por otra parte defienden por encima de todo, que el único que puede llegar a la idea brillante en cuanto al diseño impreso de publicidad es el creativo, entonces, se desmienten estas dos últimas premisas y se elabora una tercera.